viernes, 3 de septiembre de 2010

AMOR A LA VIDA




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Me gusta saber...
que, en el fondo, todo amor depende
de lo que uno defina qué es su fe y su libertad.

... para la biografía de mi olvido, anotaré que Dios
me dio un par de tumores cancerosos
para que sepa qué es vivir con los días contados,
o equilibrándose en filo de navaja,

... me gusta que el Diablo no acaba de reirse
ni yo acabe de caer y que Dios sea la fe en forma
de dolor y de una ñapa de alegría. Es mal nombre,
mas no burlón del amor y la misma esperanza,
ese Dioschingaquedito que me levanta y me tira.

Nada hace más fuerte que amarlo de ese modo
y que me abra así los ojos, a entender
que la vida es milagro y la energía sale
pese a la noción de Dios y Diablo y la injusticia del mundo
y las expectativas de cualquier engaño o ilusión
que uno quiera llamar la Existencia,

... me gusta... que hay que estar preparado para todo
lo que nunca esperé, dos matrimonios fracasados
pero una niña en medio que ha sido la suma de todas
las alegrías, placer que no acabará ni atestiguando
catástrofes cósmicas, sismos, inundaciones,
incendios, epidemias y ni muriendo en ellas
con lo vivido forjaré la angustia.

... me gusta haber tenido mi casa, mis autos y mis pobres
mugres, cosas de asalariado, con sudor de frente
en el marco de sueños / o esquemas americanos
y perderlas, por amor a otros y a mí mismo
y saber que hay cosas que valen más
y no son los huesos de uno, sino el canto generoso
por amor a los aún no adoloridos y que por migajas
han de venderse, o ante el mundo desesperan
por fijarse a sus huesos inútiles y divertidos
y al derecho que se asignan al disfrute
de la predefinida felicidad de los otros.
Amo a los inocentes y hay muchos...

... yo soy afortunado, me alimento de los niveles
del pan místico, aunque el mundo me ofrezca mierda
como pan, y estoy vivo y veo mi Eternidad con ojos de diabético,
casi ciego, pero visionario. Siento la enorme energía
del desahuciado que le dice hijodeputa a todo el que se lo merece,
pero agrega un «Bendito seas» al hombre / a la mujer
que son sinceros / valientes / buscadores
de la verdadera y sana sombra de sus vidas.

.. me gusta todo lo bueno y lo malo que he experimentado,
me ha sabido sabroso hasta el dolor y cuando maldigo
descubro que mi maldición es jovial, humor negro tan sólo,
que se levanta de mi paladar y se hace poro en todo mi ente,
para que yo me ría de lo que soy, lo que tengo aún,
y eso me gusta y todo mi entorno cotidiano me insta
a tirar lo ficticio y poner gratamente
mi espíritu en lo mejor de la carne.

Ojalá que otros también entiendan que es
de esta manera paradójica como funciona
mi proceso de reposo
y de felicidad.



Del libro «Las zonas del carácter» / CARLOS LOPEZ DZUR