jueves, 20 de agosto de 2009

Algo de mi...




Tengo mucho defectos, a veces vivo ansiosa,
a veces he tenido rabia y bronca y ganas de dejar caer los brazos,
pero sé que hay gente que me quiere...
Siempre encontré fuerza y esperanzas para andar y pincelé con amor todos los desencuentros. ..
Siempre valoré una caricia y en cada espacio de tristeza acudí a la reflexión...
Siempre trato de aprender las lecciones de la vida...
Siempre reconozco que vale la pena vivir la vida ... a pesar de los desafíos y los tiempos de crisis.
Siempre he afrontado los problemas siendo actriz de mi propia historia.
Siempre encontré refugio en mi alma...

Nunca he permitido que callen mi opinión aunque me ahogue con las lágrimas...
Nunca he dejado de oír...
Nunca he tenido miedo de mis sentimientos. ..
Nunca he dejado de mirar mis defectos...
Nunca he dejado de agradecer al universo la oportunidad
de vivir como humana, esta experiencia espiritual.
Nunca han dejado de criticarme cuando opino sobre comportamientos que no admito.
Nunca olvido recordar a mis padres y siempre beso a los que amo ...
Hoy tengo la madurez y la osadía que solo se alcanzan con el paso de los años...


Marga®
con el mismo amor.

www.margaseoane. blogspot. com


"A partir de cierto punto no hay retorno. Ese es el punto que hay que alcanzar".
Franz Kafka

domingo, 16 de agosto de 2009

¡ERES LIBRE LIBERTAD!

Te abres como un abanico de seda, florido y encantadoramente refrescante.
Poeta Lejano.
Abanico de seda,
cola de pavo real,
iris que aletea en tus pupilas y la tarde,
quimeras que florecen multicolores,
iluminan poemas/puente que nos unen.
No cortes más las rosas que ya sangran,
no cortes más jazmines que llora su aroma,
no afanes más noches recostado en esa Luna,
olas altivas raen la cola de su traje de niebla
atándola a unas distancias traicioneras
donde la alborada triste solloza por el Sol
en estera fría debajo del palmar.
La brisa susurra melancólica tus versos
se deja oír potente el eco del viento,
aúlla suplicante, mendigo hambriento:
"No grites más te quieros con tu voz fogosa
el infierno nunca se conmueve del penado
aprietan las cadenas, se achica la celda."
Afuera las gaviotas,
hojas blancas mensajeras,
gritan que hoy un poema muere,
deshidratado ansioso;
esperan que de boca ardiente
salga verso desagarrado
que propague sonoro altivo a los cuatro vientos
con mágicas palabras enervadas.
sueñan, alguien "la" salve, le quite los cerrojos
para que ufana salga y con voz blanca sea ovacionada:



¡Eres libre Libertad!


Ana Lucía Montoya Rendón
Agosto 2009
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jueves, 13 de agosto de 2009

S-T

Las nubes que pasean por el cielo nos dejan la lluvia tan necesaria. A veces no brilla el Sol, sientes que vas a tener un mal día, que te van a cerrar todas las puertas y te vas a quedar fuera. La vida es un cúmulo de sorpresas, a veces desagradables, pero ahí estás viendo pasar el viento, el agua que corre por el asfalto en un día lluvioso, es tu día y tiene veinticuatro horas como todos ¿Qué vas hacer? Quédate mirando el techo de tu casa porque hoy los rayos del Sol no van a salir a darte la bienvenida. Puedes estar a solas con tu mente, en tu espacio seco y distraído que has creado, ver como las gotas rebotan en el cristal de tu ventana, algunas resbalan hasta llegar a la guía por la que esta se desliza de un lado a otro, tomar una taza de café, ese que acaba de subir y puedes oler desde tu sillón, o leer un buen libro mientras te proteges del frío envuelto en una manta.
También puedes salir a pasear, acariciar el ambiente húmedo que se respira por cada rincón, caminar por las calles debajo de un paraguas y ver como poco a poco las nubes se van, como se abre el día y aunque el Sol no termine de salir, está dejando de llover. Quizá con un poco de suerte se pueda ver el arco iris cruzar el cielo, con todos sus colores. Cuando termina de llover, los pájaros salen de su escondite, como si volviera la vida después de un descanso, como si la natura necesitara reposar mientras el agua cae.
Las tardes pasan muy deprisa, tanto que ni siquiera te das cuenta y al final, el tiempo que tenías para ti, termina. El Sol empieza a dejarnos, desaparece entre las montañas en busca de su morada, rincón lleno de sabiduría, melancolía. Desde sus grandes ventanales puede ver al amor infinito, la Luna , que hace su entrada lentamente como las damas bellas, no se deja impresionar, eleva su pureza a la vista de todos, rodeada de estrellas, sus guardianes. Con ella llega la noche y la tierra se enfría. Se encienden las farolas en los laterales de las calles, las luces de los edificios de enfrente también se dejan ver, es la estampa nocturna, luces en la oscuridad. La vida no se detiene cuando el Sol se va.
Estamos entre lluvia y Sol, quebrando el tiempo con miradas nostálgicas, buscando un rincón escondido para almacenar pensamientos, añadiendo una gota a ese vaso de vida que se va llenando. Las rutinas comprometidas a las que estamos acostumbrados, podríamos hacerlas con los ojos cerrados. En este momento mi imaginación vuela para evadirse de lo que le rodea, para que mi mente se relaje, se distraiga y vuelva a mi más despierta.



Erika Martínez Rodríguez