Te abres como un abanico de seda, florido y encantadoramente refrescante.
Poeta Lejano.
Abanico de seda,
cola de pavo real,
iris que aletea en tus pupilas y la tarde,
quimeras que florecen multicolores,
iluminan poemas/puente que nos unen.
No cortes más las rosas que ya sangran,
no cortes más jazmines que llora su aroma,
no afanes más noches recostado en esa Luna,
olas altivas raen la cola de su traje de niebla
atándola a unas distancias traicioneras
donde la alborada triste solloza por el Sol
en estera fría debajo del palmar.
La brisa susurra melancólica tus versos
se deja oír potente el eco del viento,
aúlla suplicante, mendigo hambriento:
"No grites más te quieros con tu voz fogosa
el infierno nunca se conmueve del penado
aprietan las cadenas, se achica la celda."
Afuera las gaviotas,
hojas blancas mensajeras,
gritan que hoy un poema muere,
deshidratado ansioso;
esperan que de boca ardiente
salga verso desagarrado
que propague sonoro altivo a los cuatro vientos
con mágicas palabras enervadas.
sueñan, alguien "la" salve, le quite los cerrojos
para que ufana salga y con voz blanca sea ovacionada:
¡Eres libre Libertad!
Ana Lucía Montoya Rendón
Agosto 2009
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