Aprendizaje del Cashrut y el Shejitá
Yo te dí la Sed y el Hambre para que te alimentes
y te dí el pensamiento como el pan de Tu Espíritu
y en tanto seas Mi Criatura en el barro
y permanezcas denso en mis caminos de la Necesidad,
te diré «Lávate y bebe el agua que es vida
a la liquidez de tu sangre y Come porque todo es noble
sendo que te dí el Espíritu que a todo purifica».
Yo nunca te dejé solo con el Hambre
ni dije a la Sed que te matara en la necesidad
desafiante del residuo.
Sobre todas las cosas te dí
preceptos de lo Apropiado y el misterio
del Cashru.
Uno se envenena con el pensamiento
tanto como con lo se echa a la boca o lo jeringa
dentro de la piel; pero el primer pensamiento es:
«Cuando tengas Sed, bebe, cuando tengas Hambre, come».
Te enseñé a sobrevivir y te consolé al decirte:
«Agradécelo y aprende de la Sed
porque aún en la sed hay sentido y, en el hambre
que muchos maldicen, hay salvaciones;
pero hay que oírlas, y por eso las hice».
2. Yo hice el veneno santo
Como si fuera un veneno, yo fabriqué
la Necesidad y le puse su ley en el Umbral del Límite
y repartí el dolor si acaso se inflige mi precepto.
Una concentración máxima a lo que dije Veneno
la llamé el umbral finito, pero no maldije la infinitud
porque todo es por Amor, hasta que lo dispenso.
Yo dije: No te expongas a la máxima abundancia
ni a la máxima miseria para que pierda sentido
la Necesidad, porque yo soy el amor dispensado
y la necesidad de mí es Amor
con mis medidas, amor cósmico y telórico.
No quieras más por capricho.
Gánate primero el amor de mi anhelo
porque la Abundancia de Miel no es buena
ni la baja concentración de Mi Necesidad
(nuestro Nosotros) te bendice;
yo soy el veneno santo,
yo lo inoculo, yo Lo quito,
yo doy la dosis de mi sabiduría
y luego la regalo con la orden:
da el beneficio, esa dosis de amar por necesidad,
que es mejor amor que el capricho.
3. El espíritu gime
«No deis lo santo á los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos; porque no las rehuellen con sus pies, y vuelvan y os despedacen»: Mateo 7: 6
Cuando yo inventé el Espíritu que puse
a gemir en tu carne, yo gemía de soledad también
y mi Veneno eran lágrimas de vida,
natura lacrimae; quería quien llorara conmigo
y me ayude a sostener esta tensión del Universo,
este parto de expansión con que crezco,
esta aventura de la misericordia
que explica tu entropía.
Mi espíritu gime aún porque te hice
y no amas lo suficiente.
Te dí perlas de llanto y margaritasy las tiras
ante los cerdos; mi santidad la rehuellan
las jaurías, ambicionan más y más
la riqueza que le doy, toda mi Sabiduría
y toda el gemir de espíritu lo tornan en ira,
en acumulación desparpajada
y se vuelven contra mí.
Me despedazan.
En vano, el despilfarro de mi energía
entre vasijas rotas de estos seres , en vano
que enseñara la Necesidad de Mi Amor,
unirlos a mí para que giman
y me ofrezcan compañía.
4. Consecuencias de la desobediencia
Aquel de sus pezuñas hendidas que despedaza
todo cuanto es bueno, toda sustancia y orden
que puse en el mundo, toda vasija que hice,
conocerá lo que no quiere.
Ha rechazado mi Gemir y quiere ser príncipe
de infiernos, pues, que se atenga,
haré que la sed sepa a sed y no sea dulce
a la boca, haré que hambre sea como el veneno
que lo mata y verá águilas en los cielos
y no disfrutará con verlas, dominando la altura,
no hablaré por ellas cuando las cace,
las mate a tiros, se haga sombreros y adornos
con sus plumas
y aún coma de su carne.
No disfrutará de los cisnes en los lagos,
yo haré que, si come su carne, sea inmunda.
El comerá lo que escondo en el caracol.
En el buitre quebrahuesos y será como el buitre.
Para él, todo será codicia y pesca en río revuelto.
Se comerá la medusa, la mantarraya,
el timburón temible, llenará de sangre los mares
y, en las selvas, matará el mono,
la pantera, el tigre, el zorro,
extinguirá muchas especies
y ni la serpiente le dará sus secretos
ni la tortuga le contará los años
como arenas.
No conocerá mis umbrales límites
por causa de sus excesos
y yo permité que los demonios de sus actos
lo envanezcan tóxicamente
porque se ha burlado de cashrut
y del ritual que aplico por amor
lo mismo a la libre que al conejo,
lo mismo a la cigüeña que al murciélago.
Yo dije que mi espíritu gime en el cormorán
lo mismo que en todos los camélidos
¡oh! sepan que yo hice la cebra y el guepardo
y no tengo en menos ni al delfín ni al cocodrilo
y mi gemido graza con los cuervos
y maúlla con el gato, tienen alma
y mi gemido se espanta con la fuerza
de las estampidas y llora con los linces
y con los elefantes. Todo llora en el reino natural
cósmicamente por mi auxilio.
Y quien más ha de llorar es el hombre
porque de él esperé más
cuando le dí de mi espíritu
y hoy su corazón es más duro que el erizo
y que la estrella de mar
y el caracol y el tronco de alcornoque
y su sabiduría y esfuerzo menos empeño
tiene que la hormiga,
en menos comunidad se convive
que las obreras de los panales.
Ay, cuando mi Juicio se dispense
para calmar Sed y Hambre,
cuánto me han negado de amor lo daré
tal como lo tomaron,
en abundancia caprichosa y no tendrán
tiempo para cotejar mis misvots
de Cashrut y ni mi ritual sagrado
de Shejitá para la matanza.
5. Y vendrá la Legión a pedir misericordia
«Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos... Cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu impuro que habitaba en los sepulcros y nadie podía atarlo, ni aun con cadenas. Muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, pero las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos. Nadie lo podía dominar. Y siempre, de día y de noche, andaba gritando en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras»: Marcos 5: 1-5
Y los buitres que a mi santidad en la sustancia
comieron como despojos, y robaron de mí, sin amor,
posando mutaciones de camaleones,
quienes se fueron de los olivos como mochuelos
en desobediencia y se arrastraron como saurios
para comter sus desvergüenzas, vinieron
desde donde la ardilla y las ratas se compiten
y el asno tiene la miel para orinarse sobre ella,
desde las voces de las cacatúas
conversan de ciudades y progresos
y las ballenas se tragan a mis profetas,
donde los tintes de calamar
y el petróleo al mar azul se bebe
y contamina y lo vomita en náuseas.
De la región de los gadarenos.
arribaron los vecinos e invocaron a los exorcistas
en Mi Nombre, y lamentaron:
«Que todo lo que como es trefá
y me sabe a mierda el aliento
y me duele la Sed
y me duele el Hambre».
Y llegaban los comedores de langostas, camarones,
ostras, cangrejos y bagre
(los que son tiburones de turismo y aves impuras
por ser amantes de rapiña o delicias carroñeras),
e invocaron a los roedores de fe,
a reptiles de vaniloquios,
a anfibios mentirosos e insectos rastreros
de la Academia y el Gobierno, entre los muchos
que trepan a pasteles tóxicos de sabiduría,
y pidieron: Vacunas de misericordia
porque están posesos
del malsabor de la vida
y sus lenguas amanecen con polvo
de óxido de hierro y amarga estañosis
y algo que ya no es polvo, cuando se defecan.
Cagan el aluminio puro y escupen un algodón
de labios secos y esta punta de flecha
que es la lengua que grita: «Ta toxon, sálvame,
Tata Demonio, desátame de la toxina,
porque lo que como me duele como hierro caliente
en el culo, quítame la flecha del ano.
Quítame el picor de las vísceras».
5. Y vendrán a pedir uña de gato y kósher de charlatanes
Y quienes dieron por siglos la Santidad
a los perros y echaban las Perlas de Mi Gemido
delante de los puercos, se bajaron del barco
y salieron de todos los rincones como seres irritados
del intestino al culo, pero no dejaban la maña
de mascar finos cristales de oxalatato
de calcio y quemar resinoides
de los lirios de irina y otros bejucos apestosos
y comían sus coles en abundancia
porque son guisos sabrosos.
Y pidieron a los charlatanes: Dáme uña de gato
para rascar con ella mi glándula tiroides.
Se me ha hinchado el cuello
y, si trato de tragar, no trago.
Y dijeron, al llegar del otro lado del mar,
los seguidores de Set, aquellos que se burlaron de todo
y a lo Santo llamaron adorno y pesadillas,
opio de pueblos, «no queremos abandonar
esta ciudad, porque allá abunda el licor y la pachanga
y nuestras mujeres ya no tienen hijos,
o nacen los fetos muertos, o carentes de manos
o de pies». Vaya teratología que no ha diezmado.
Buscaban uña de gato,
heridos por la acción corrosiva de sus depresores
de sustancias mutágenas, que producen monstruos,
crías que aborrecen y revientan contra las piedras
o hacen que las mujeres sacrifiquen en abortos.
6. Mis visiones
«Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió y se arrodilló ante él. Y clamando a gran voz, dijo: '¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo? ¡Te conjuro por Dios que no me atormentes!'»: Marcos 5: 6-7
Y ví a un demonio, con la piel pálida
como si jamás hubiera visto el sol de las mañanas
y comía mucha yuca brava de sus grandes haciendas
y cerezos enlatados, productos de sus laureles.
Y era el hambreador de sus jornaleros
pero él mismo no tenía glóbulos rojos ni citocromo-oxidasa
y había olvidado que el oxigeno se comparte
no sólo con moléculas cuando las come,
sino con el pensamiento de lo que se ofrece
compasivamente a su prójimo.
Y era el hombre más atormentador,
al tiempo que el más mezquino
y toda su riqueza no le servía para nada
porque ya tenía el Veneno convertido
en su propia cianotoxina.
aunque le quedaba la yuca y los cerezos
en sus laureles, pero alcanzó a aproximarse
y echar este reproche:
'¿Qué tienes conmigo, Rabino, Hijo del Dios altísimo?
¡Te conjuro por Dios que no me atormentes!'
Y rogó mucho, como todos, que no se le enviara
fuera de aquella región.
Que aca reharan sus industrias.
Que son inversionistas
Que algunos son científicos y fabricantes
de gases, unos de cloro,
otros de sulfuro de hidrógeno;
algunos son petroleros, pero el bisufuro
de carbono se los come, aunque tratan
de formular inofensivamente sus proyectos
con nitrógeno y dióxido de carbono.
7. Apollyon, el ángel del Pozo sin fondo
Y le preguntó a quien subió más orondo y jactancioso
del Pozo sin Fondo de sus Satisfacciones:
«¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo:
Legión me llamo, porque somos muchos».
Se dijo el servidor de la humanidad.
«Yo Príncipe del Mundo».
Entonces eres: Abaddon el Exterminador.
«Yo, el que vengo a redefinir la Shejitá
porque el Cerdo es Bueno, Pork is good!
Yo, el que vengo a negociar la administración
de los suelos, porque Global Warm is good!
Yo, el que vengo redefinir la pobreza del mundo
porque Mass Production and capitalism are good!
Yo, el que vengo a negociar la paz
porque War is a sort of need for peacetimes!
Yo, el que vengo a prometer al mundo
«Tierra de la que mana leche y miel».
Yo, quien soy el Pozo sin fondo de la Gran Abundancia.
Y el Gran Rabino, a quien pensaba que destituiría,
preguntó: «¿Y qué propone tu Gran Plan?»
«Libertad de elección ante todos los preceptos
de Tu Cashrut y Shejitá: Dáme todo lo que no tenga
escamas ni aletas, todo lo que muere por vejez
o tiene defectos en sus órganos internos.
Dáme la sangre que se procesa en la matanza ritual.
Soy choricero. Dáme a los rebaños
más crédulos. Haría longanizas con ellos.
Dáme lo más burdo y salvaje,
lo que quieras que sufra menos durante el Shejitá
del desangramiento; porque la guerra no necesita
de llorones blandos ni lágrimas de luto.
Dáme toda pieza y corte de carne;
quédate, si quieres, con los cuartos delanteros.
(Que yo sea quien decida lo que muere y se come.
Tenemos químicos alternos para hacerlo).
Ahórranos el Levítico 11, Gran Rabino,
y dános arbitrio sobre toda grasa que te mortifique.
Seamos la nación de los obesos.
Me encargaría de la salud del nervio ciático
y del corte de los hígados, con buen cuchillo
de cocinero... la sangre de la carne
siempre tiene capilares que llegan a cada célula
de su cuerpo; la carne es buena, con sangre,
y hay toxinas vegetales. No se libran
de glucósidos, kalmia, alcaloides...
Lo que no tiene briomina como nueza
tiene esculina y lo que no tiene dinga,
mandiga tiene, Rabino.
Dáme los colirios de la convalarina
y la Rosa de Navidad y el eleboro negro,
yo tengo los mercados cardíacos para el lirio
y la digitoxina y toda adelfa y soy el Pozo
sin fondo, donde la sustancia se acumula
y no queda impune;
yo soy el agujero negro del mercado
y la libre empresa que manda
y lo alquimiza todo
y lo hace digerible.
8. Sal de este hombre, espíritu impuro
«Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo. Y le rogaron todos los demonios, diciendo: 'Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos'. Jesús, de inmediato, les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus impuros, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil. El hato se precipitó al mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron»: Marcos 5: 11-13
Y el empresario sacó una cajita de alquitrán,
con hojas del tabaco más fino
y como no temía a ningún mito cancerígeno
(ante su nicotinado invento, dijo:
«Este es el futuro. Un cigarro sutil y controladamente adictivo.
Eso sí. El chiste es echar humo, monóxido de carbono,
sin hipoxia grave y sin olor ingrato»
«La zona del fumadero, o el aornis, está allá»,
dijo el Rabino. Y señaló el despeñadero
Voy a quitar el Shejitá. Te lo cedo.
Es más. Te cedo el Cashrut y todo el Levítico 11,
pero retiro el espíritu. Al cerdo lo del cerdo,
pero las perlas de mi Gemido pertecen
al Espíritu. Anda y ve, las bestias
te esperan; lo que de es mío es el gemido sintiente
de la vida. Ocupa sus cuerpos y aténte
a las consecuencias. Me quedaré
con las almas de los cerdos,
me quedaré con las almas de los hombres.
Tén las vasijas vacías.
Son como bestias de palo, idolones, sin alma.
Han de moverse como se mueve el viento
que arrastra con todo, mas no tiene sustancia
verdadera, lo Santo de por medio.
Del libro Teth, mi serpiente
CARLOS LOPEZ DZUR
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