martes, 1 de abril de 2008

INMORTAL


Autor:

© Jesús Alejandro Godoy

Ya no vivirá en mí esa distancia que lleva nombre, sino, solamente el recuerdo de que fue distancia en mis momentos y nada más... sólo eso vivirá en mí, porque lo demás, sería arbitrario que se aloje en mis pensamientos; tal vez porque sé, que siempre he sido un suceso aparente, que repetitivamente se iba mostrando en el mismo lugar como una ánima atrapada en sus felicidades ilusorias que jamás llegarían.

Descansará en mi historia, aquellas horas indecibles y pretéritas que se vuelven tiempo, sólo porque yo las he recorrido y nada más.

Volverá a mí, ese aroma que una tarde me había embaucado y me había convencido que este era mi lugar y mi quietud; volverá a mí, esa pureza con la que los niños hacen milagros, y con la cual de desiertos hacen montañas; con la cual, en los cementerios juegan con los que viajan en las estrellas.

Volverá un día todo a mí, lo sé.

Creo, que los días contados para mi lugar se han perdido en alguna luna que no veo, que no escucho, y no deseo que me susurre las lágrimas que he derramado por lo que se han ido a vislumbrar los misterios que siempre he desconocido.

Vagar es mi aflicción y perecer mi sueño, tener manos que atienden mis esperanzas y voces que llaman a mi silencio, fueron las hermosas pinturas que me llevaré algún día a ese último latido que por ahora, es sólo un deseo manifiesto.

Sentir todas las sensaciones, y caminar todos los errores; bailar con la desgracia y sonreírle a la muerte, fueron secuelas que me han dejado los atentos deleites de no conocer el descanso que alguna vez me había merecido.

Librado al azar estoy aquí; y en un puño llevo la palabra de mi Maestro, y en mis ojos la aspereza demencial de ver a esos demonios que me llenan las noches de odios, y los días de pasmosa ansiedad, por conocer tantos mares y ningún puerto.

Tristeza absoluta, como total mi alegría; y muerte sueño a lo lejos, cuando la vida ya se ha cansado de darme chances en todas las madrugadas que cupieron en mi aliento.

Atroz centinela de niebla, que cubre mis horizontes y se cuela en mi mente a contarme la misma historia; ridículo tiovivo que agoniza en un mismo lugar, mientras ve pasar la vida en un segundo y todos los aromas en un invierno.

...Y lloro, y grito... Porque sé, que no me iré, hasta que mi cuenta sea saldada hasta el último denario de esos oros que parece, nunca acabaré de juntar.

Y lloro y grito, porque sé, que el silencio es un don inconstante, que lo único que hace es parir hechos y destinos que veo nacer y morir en un suspiro que viaja con rapidez al reencuentro de sus recuerdos.

Coraza indómita, y fatal desencanto que se ha llevado esta vida que se niega a terminar: solamente pido, que cuando te alejes de mis huesos, borres mis pasos de aquellos caminos, porque no deseo, que alguien se cruce con ellos y se vuelva un errante alquimista, que un día buscó la paz en la vida, y no se dio cuenta que la vida es sueño, y la verdadera vida se hallaba detrás del último suspiro...

Contacto: jesus_alejandro_ godoy4@yahoo.com.ar

http://jesusalejandrogodoy.blogspot.com

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