viernes, 12 de marzo de 2010

ANIMALES SUELTOS

He registrado cada palabra con la que me tocás, y he sentido un espasmódico temblor en todo el cuerpo, como un frío aparente con un chirriar de dientes que sostiene esta gula que tengo por comerte, pero me detengo, como me detengo siempre ante la esmeralda de tus ojos y te dibujo con la astucia que arguye una zorra que va por su presa, con las manos en tensión de garra ofrezco el esfuerzo de tomarte, sin lastimarte, pero recuerda también que no quiero que te me escapes como lo haces siempre tras los sueños encontrados, yo te encuentro a vos, vos me encontrás a mí y es entonces cuando yo me pierdo de mí.
¿Cómo inventar un ideario de rutas donde soplen los vientos paralelos si vivís amontonándote a mi ensueño?

Y rebuscada ya, en la desesperación de los pocos, porque no quiero sucumbir en el silencio, grito a los cuatro cardinales tu bienvenida que llega a traerme tu buena herida; reconóceme como lo hacías antes, coloca tu dactilar haciéndome tu huella yo sostengo el lado de nuestra piel que nos delata y nos ajusto a ella porque uno sabe como empiezan estas cosas pero nunca como terminan; empalagado amor donde la dignidad se pierde nos convertimos en la zoología del querernos.

Un pájaro, un pez o una perra, tal vez debería decir que esto es salvajemente precioso pero no intuyo ningún espacio donde pernoctar en vos, mientras la gaviota de tus besos da su giro en círculos, extraviado andas a mi alrededor.

Sensiblemente,
Fanny Jareton

No hay comentarios: