viernes, 16 de octubre de 2009

Detrás de los ojos l

Una gata que soñó ser Cleopatra
engarzada en la piedra del Misterio.
Una ecuación perfecta
entre tu ardor y mi hambre.
Un tropezón que cualquiera da
estremecido en la fiebre del otro
el desboque del otro
la irracionalidad en el espejismo del temblor.
Detrás de estos ojos que no te quieren ver
se eleva el polvo de la infancia que envuelve
a la caprichosa gemidora, en el pedido incestuoso:

Miedos y deseos rompiendo el muro de los ojos
que no son los míos ni los tuyos;
porosos que confluyen en la visión imaginaria:
Ojos de ternura que dar, ojos mordiéndonos la piel
lamiendo piadosos la soledad, ojos malditos que apuñalan
al gemido para matar todo síntoma de placer y dolor
tras el dolor del placer, ojos sedientos de lujuria
saciados con el vino de tu boca; resueltos
que se abisman a saltar y a meterse en el centro del centro
de tu llama, como una hipnosis en ese estado de dirección:
Eres mío, eres mío.
Ojos de Viernes, santificando la paz que nos llegará
cuando todo lo demás se haga olvido.
Ojos tartamudos sin poder nombrarte completo
porque la luz donde ese hombre que sos, está
me lleva al hormigueo de la sangre, a la expulsión
del espíritu del pájaro, al miedo de desear lo que no pueda tener
cada noche consecuente con mi incontinencia de vos.
Ojos atados al capricho tuyo,
a lo que me pidas sin pertenecerme, al nicho del silencio,
al bosque cuando el lobo está y sin embargo no está.
Ojos desdoblados en la borra del café que quieren adivinarte
en lo oscuro, en la obsidiana, en la ronda de la locura.
Ojos sonambulistas que van derecho hacia vos precipitándose.
Ojos cohibidos de derecha a izquierda, porque al revés se animan a todo,
al idioma sagrado, el de lo oculto; por pertenecernos.
Ojos de sernos en el cepo del para siempre sin que nadie lo sepa
aunque todos lo sepan porque no se puede ocultar lo que Es.
Ojos de amor, devanándose en la hebra del amor,
zarpa y celo rompiendo el deslumbramiento
penetrándonos en el grito abrasador
con la intempestuosa voz decisiva.

Fanny G Jaretón

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