07-04-2003
En el silencio y tranquilidad de la noche escucho una suave melodía,
que me ayudará a inspirarme en el tema que para hoy he escogido. En
esta oportunidad voy a filosofar a mi peculiar estilo sobre
el 'poder': suprema potestad que es deseada ansiosamente por el común
de los mortales. Como bien saben, existen diversas formas de ejercer
el poder, tales como: económico, bélico, político, religioso, entre
otros.
Particularmente considero que el 'poder' es una droga muy adictiva y
peligrosa, más aún que cualquiera de las conocidas drogas
tradicionales, llámense marihuana, cocaína, éxtasis, etc.,
porque éstas con el tiempo ocasionan el deterioro absoluto del
organismo de quienes las consumen, convirtiéndolos en despojos
humanos al dejarlos sin neuronas y por el simple hecho de continuar
consumiéndolas con total descontrol, a la larga terminan auto-
extinguiendo sus vidas y con ello concluye el grave problema que
ocasionan tanto a su familia como a la sociedad, ¿correcto?
Sin embargo esa droga llamada 'poder', no afecta en lo más mínimo el
organismo de quienes la consumen. Muy por el contrario, a mayor
consumo adquieren más fuerza, más prepotencia, más autoritarismo y
se vuelven más adictos a la droga, por cuanto requieren mayores dosis
para satisfacer su enfermiza adicción y cuando padecen una crisis por
sobredosis, Dios nos coja confesados, porque se les nubla la mente de
tal forma que en su aguda crisis y en total delirio, se alucinan ser
los dueños del universo... ¿qué grave y peligroso problema verdad?
Y pensar que somos nosotros los únicos culpables de la existencia de
este tipo de consumidores, al proporcionarles en bandeja de plata esa
droga llamada 'poder', gracias a nuestros inocentes votos a través de
las urnas y por esas ironías de la vida, disponen luego de la droga a
su libre albedrío, razón por la cual dichos particulares
consumidores, no tienen en mente ni quieren nunca jamás dejar dicha
adicción... expresado en pocas palabras: ¡no quieren dejar el 'poder'!
Para concluir me pregunto y a su vez les pregunto: ¿hasta cuándo
continuaremos siendo los directos responsables, de la existencia de
estos repudiables consumidores que dormitan en escaños y sillones
presidenciales?
©SKORPIONA
http://skorpiona. webcindario. com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario