miércoles, 19 de septiembre de 2007

CONFESIONES

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SAMUEL \"LITO\" LIJOVITZKY

Un sonido ensordecedor me transportó desde muy lejos.
Abrí lentamente los ojos. Me quedé mirando por un instante el techo de la habitación.
Me levanté. Estiré la mano y apagué el despertador.
Me dirigí al baño. Abrí la puerta. Encendí la luz. Me mire frente al espejo. Me afeite.
Volví al dormitorio y me vestí.
Desayune. Me puse el saco. Tome el maletín. Bese a mi esposa y a mis hijos. Abrí la puerta de calle y salí.
Al cerrarla por fuera me puse a observar por un instante todo lo que me rodeaba. Allí fue entonces cuando comencé a comprender.
Pero a comprender que?
Que estoy solo y que nadie me da una mano?
Si, puede ser por allí la cosa, pero a veces es mucho mas complejo el caso.
Si busco dentro mío para saber quien realmente soy, y por una de esas casualidades me encuentro. Experimento en ese momento una sensación distinta, rara, algo que hasta la fecha desconocía totalmente.
Algo nuevo nacía en mi. Una nueva pagina en mi vida cotidiana me despertaba en la oscuridad en que me encontraba y me llamaba a la reflexión.
Necesitaba probarme que podía ser distinto y me lo gritaba a mi mismo
QUIERO SER DISTINTO!!!! !
Todavía no se me cerro la ultima puerta. Todavía puedo escaparme, corregir muchas cosas.
El perdón, por ejemplo, puedo hasta llegar a perdonarme el mas pequeño de mis errores. Pero lo que nunca me podré perdonar es el mal que alguna vez le pude haber hecho a otra persona.
A ese ser humano que confío en mi. Que se la jugo el todo por el todo. Que puso todo su empeño para que la cosa cambiara.
Pero al final me daba que todo seguía igual. Que toda la ayuda que me daba no me servia para nada
Entonces lo que hacia era usar a esa persona hasta cansarme de todas las maneras posibles y en mi propio beneficio solamente.
Luego, la olvidaba por completo y volvía a mi rutina diaria.
Pero la vida, se cobra en su momento todas esas deudas.
Y fue allí donde me gritaron todas las verdades juntas.
En ese momento me senté a pensar en todos mis errores pasados.
Había herido a toda esa gente al no saber valorar siquiera lo que me habían dado.
Pensé en lo egoísta que había sido y en lo bajo que podía llegar a caer si seguía por ese camino.
Un grito broto en ese momento desde lo mas profundo de mi y dije
BASTA...SI, BASTA!!!
Para que seguir engañándome conmigo mismo. Si no podía medir la cuota de amistad diaria que me daban.
Si no podía administrar todas esas nuevas sensaciones que se despertaban en mi.
Si ni siquiera podía levantar la vista y pedir perdón.
Para que vivo? Me pregunte en ese preciso momento.
Para que me despierto cada mañana pensando en ser un poco distinto a lo que era ayer?
Si tuviese la capacidad suficiente como para contestarme todas las preguntas que me hago cada mañana al despertarme, seria recién entonces cuando me daría cuenta que había cambiado.
Que el ayer no es hoy, y que el hoy no es mañana, sino que el tiempo vive en mi.
Que por primera vez en la vida soy autentico y puedo dar todo lo que llevo dentro de una manera desinteresada a todo aquel que me pide ayuda.
Recién entonces con una inmensa alegría en el alma podría decir:
DIOS MIO, ESTOY VIVO. AMO. PIENSO. SIENTO. SOY FELIZ.
Fue entonces en que me desperté totalmente del letargo en que me encontraba.
Volví la cabeza. La persona que mas quiero en la vida, durmiendo del otro lado de la cama.
Me acerque lentamente. Mirando sus ojos cerrados, le pedí perdón .
Que lindo que es amar, no?
Que hermoso que es despertarse cada mañana y encontrar a esa persona amada cerca nuestro.
Acariciar sus cabellos y sentirme libre por primera vez en mi vida de todos mis pecados cometidos
Es para pensarlo, No?
O me equivoco?

SAMUEL \"LITO\" LIJOVITZKY

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